
El sábado estuvo Andres Calamaro firmando su nuevo disco en la Fnac y para allá que nos fuimos mi hermana y yo cual dos quinceañeras. Y a verdad que nunca mejor dicho puesto que a nuestras sobrinas quinceañeras nos las encontramos en la kilométrica fila que esperaba al sol, sofocante, a que les tocara el turno.
Muy dignas nosotras, decidimos sin ni siquiera hablarlo que no esperábamos la larga fila y muchísimo menos al sol. Así que entramos directamente y bajamos a la zona donde estaba Calamaro. La verdad es que estaba muy bien organizado para que la tienda no se abarrotase de fans.

Quiero aclarar que la “vergüenza torera” mi hermana y yo hace algún tiempo que nos la debimos olvidar en algún lado, no sé si en la estación del AVE de Zaragoza, o en la de Lérida, no sé si en el chiringuito de la playa… la verdad no lo sé exactamente, pero conforme vaya colgando alguna que otra anécdota os daréis cuenta de por qué os lo digo.
Convencimos al hijo pequeño de mi hermana Diego, que en casa llamamos Didis, para que nos acompañara y le aleccionamos para que les dijera tanto a la persona de comunicación como al de seguridad que su cantante favorito era Calamaro. Claro así la excusa es que el pobre niño que está todo emocionado no puede esperar tanto rato al sol…
Esto sumado a lo insistente que pudo llegar a ser mi hermana con el guardia de seguridad dio lugar a que finalmente nos colaron sin problema. 2 minutos de cola y como 20 para conseguir que nos dejaran pasar. No está mal sobre todo contando con que el aire acondicionado en la Fnac funciona bastante bien y no pasamos nada de calor en comparación con nuestras pobres sobris que estaban asándose arriba.
Bueno allí estábamos las dos emocionadas en la cola con Calamaro a 2 metros y Mario Baquerizo que debe ser su representante, el cual por cierto nos hizo las fotos y desde luego de fotógrafo no se ganaría la vida, definitivamente no. Pero debo decir que fue bastante, bastante majo. Total, que la excusa del niño resulto un filón porque fue el centro de atracción y Calamaro nos hizo bastante más caso que al resto.
En realidad a mi me ignoró por completo porque según mi hermana lo único que le dije fue algo así como “Calamaro, desde que te has cortado el pelo has perdido bastante” o algo así. Si he de seros sincera yo no lo recuerdo así, pero claro una nunca es objetiva consigo misma y yo no soy ninguna excepción. Pero también es cierto que si lo dije es porque lo pienso, a mi me gusta más el Calamaro del “pelucón”.
Bueno pues como veis en la foto la “operación Calamaro” transcurrió como esperábamos y allí nos fuimos los tres más contentos que Chupillas. Creo que mis sobris también triunfaron así que una tarde redonda para todas.
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