La noche de blanco es una fiesta que se celebra para dar la bienvenida al verano. No cantamos el “aserrín, aserrán…” porque la realidad es que no es un botellón al uso sino una fiesta “chic” donde los platos y vasos de plástico no están permitidos.

Hubo mesas impresionantes como la que aparece en la foto, pero para mí una de las que mejor cuidaron el detalle y la esencia misma de este encuentro, aparte de la mía por supuesto, fue en la que estaba sentado uno de mis hermanos con mi cuñada Susana, a la que ya he nombrado en alguna receta porque vale un valer.
Su menú consistió por lo que pude observar en algo para picar que desde donde yo estaba no pude alcanzar a verlo pero bueno, de segundo una merluza fría rellena, la cual probé y estaba impresionante; seguida de un roast beef con su salsita todo esto servido en fuentes y vajillas Villeroy & Boch. Que queréis que os diga… la guinda la pusieron cuando después de los postres, uno de los comensales de la mesa sacó un aparato que a primera vista parecía una bomba de hinchar ruedas de bici, pero que en realidad lo que era es una cafetera portátil para preparar expresos. Simplemente impresionante.

Nosotros también utilizamos vajilla y cristalería que no se queda atrás, nuestra composición de las mesas tuvo mucha personalidad al igual que nuestro concepto de lo que es una mesa, llenamos la mesa de margaritas y velas. Nuestra cena se baso en un picoteo casero pero muy elaborado, como el brazo de patata y atún de Marta que ya es un clásico en esta celebración y la verdad es que lo borda, ya os pasaré la receta. Alguien trajo una empanada de espinacas y queso que estaba muy rica y también servimos jamón. Nosotras, Merche, Sara y yo trajimos un surtido de picoteo, entre montaditos, croquetas, empanadas y pinchitos varios. Que deciros que en mi mesa desde luego una de las cosas que no escasearon fue el vino y esto en estas cenas es algo que se valora muy positivamente. Hubo varios postres como una quesada y cerezas y mi aportación a la cena que fueron unos pinchitos de fruta bañada en chocolate y unas galletas que tuvieron mucho éxito y que os colgaré la receta pronto. Nuestra guinda la puso la anfitriona Patricia que trajo mojitos.
Al otro lado de mi mesa, en la mesa de otro de mis hermanos, ya veis que desde luego tiraron la casa por la ventana. La verdad es que la mayoría de nosotros nos lo tomamos en serio e intentamos cumplir las reglas escrupulosamente.
Dimos la bienvenida al verano pero no encendimos ninguna hoguera, pero si alguna que otra antorcha. La verdad es que fue un fiestón que dejo el listón para el año que viene bastante alto, así que ahora a preparar la siguiente.

Un saludo a todos
Doris Tiburrias
¡¡Jo tía!! la cafetera era ¡¡monodosis!!
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