La madre de Lidia me regaló esta fritada de pimientos que había cocinado ella.
Me vino genial porque como los había cerrado en un bote herméticamente los he tenido guardados y el otro día los saqué para cenar. Puse a calentar el horno, los coloque en una fuente y les abrí un huevo encima.
Luego los metí en el horno hasta que se hizo el huevo.
Estaban riquísimos.
Esta fritada de pimientos se hace primero asando uno o dos pimientos rojos enteros y una o dos cebollas. Luego los pelamos y cortamos todo a tiras. Lo ponemos en un cazo a fuego lento con aceite y si se quiere un poco de ajo.
Las veces que los he hecho los hago en el papillote, sobre todo porque es mucho más rápido.
Espero que os guste.
Un saludo,
Doris Tiburrias
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