En mitad del coso bajo hemos descubierto el "Windsor", al principio se llamó "Wellington", luego " Las raíces". Nos lo recomendó el amigo de un amigo, no sabíamos muy bien el tipo de comida de dan y a todas nos sorprendió y gusto. Aunque al principio algunas cosas no me gustaron demasiado, en cuanto sacaron la comida mi percepción cambió totalmente. El sitio está decorado muy moderno, cuando entras, el ambiente te traslada a Berlín o Madrid, sobre todo por la decoración. Es amplio con techos muy altos, las mesas son de marmol y de metal. No ponen manteles o mantelillos y eso a mi no me gusta, es una manía. La carta es corta y la forma de presentarla parece más de una bocatería, demasiado moderna para mi, yo soy más de carta en papel. La camarera fue super amable y la dueña que estaba ahí también. Las cantidades como veréis están bien, no son muy grandes, pero la comida es muy rica y está muy bien presentada. Son receta